WASHINGTON (apro).-El juez federal Brian Cogan de la Corte del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, ordenó que el juicio por narcotráfico en contra de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón se lleve a cabo el 9 de enero de 2023.
El magistrado federal a cargo del caso anunció que ese 9 de enero del próximo año, el proceso contra García Luna a quien el gobierno estadunidense acusa de conspiración para trasegar cocaína en colusión con el Cártel de Sinaloa, arranque con la selección del jurado.
César de Castro, abogado de oficio de García Luna, ante la voluminosa cantidad de evidencias que el Departamento de Justicia sostiene tener contra el acusado, pidió tiempo al juez para revisar las pruebas y postar el juicio originalmente programado para el próximo 24 de octubre.
Los fiscales federales del Distrito Este han entregado a la Corte en Brooklyn más de un millón de páginas con las presuntas pruebas de los delitos cometidos por García Luna, cientos de grabaciones, videos, fotografías, reportes financieros y discos duros y memorias de computadoras y teléfonos celulares inteligentes.
De Castro en dos mociones que entregó al juez, pidió tiempo para revisar la inmensidad de presuntas evidencias y preparar la defensa, y para ello propuso que el juicio se postergara a hasta febrero de 2023.
Cogan en su orden dada conocer por la Corte en Brooklyn, rechazó la propuesta de febrero y ordenó que el proceso contra quien fuera amigo, asesor, mano derecha y confidente de Calderón, se lleve a cabo con la selección del jurado el 9 de enero de 2023.
Por tratarse de un caso sensible con implicaciones criminales y políticas para Estados Unidos y México, el juez Cogan ya aceptó la propuesta de los fiscales de que a los civiles que integren el jurado calificador se les mantenga bajo el anonimato y en circunstancias de aislamiento parcial.
Los cargos, narcotráfico y mentir a un agente federal migratorio que le imputan los fiscales a García Luna, de ser ratificados en juicio por el jurado implicarían una sentencia de cadena perpetua como pena máxima y de 10 a 15 años de cárcel como castigo mínimo.
En la Corte de Brooklyn al juez Cogan ha instruido tanto a la defensa como a la parte acusadora que, una vez seleccionado el jurado las audiencias del juicio con la presencia de García Luna tarden un periodo máximo de tres meses.
Sobre la mesa de la defensa se mantiene la propuesta del Departamento de Justicia de que García Luna se declare culpable, con lo que evitaría un juicio y el riesgo de una sentencia de por vida en la cárcel a cambio de una pena mínima de unos cinco años y hacerse testigo cooperante.