AL INICIO DE LA tarde del jueves anterior, sobre la Paseo Miravalle esquina con Mártires de Río Blanco, en la colonia Primero de Mayo, el conductor de una vagoneta, modelo reciente fue masacrado con ráfagas de fusiles AK 47, el asunto resulta impactante y por demás lamentable, en virtud de que las muertes no cesan, pero, llama poderosamente la atención el decir de numerosos testigos, ya que frente al lugar donde se cometió el crimen se encontraba una patrulla de la Policía Municipal del operativo Proxpol y hay quienes aseguran que sus medrosos ocupantes esperaron a que sicarios cumplieran su letal encomienda y ellos mismos se encargaron de reportar al C5i que se acababa de cometer una ejecución en ese sitio. Más delante, se conoció que uno de los uniformados era en ese momento el responsable de turno, lo que indica que siguen en las filas policías timoratos y pusilánimes. Resulta por demás reprochable que existan en las filas ese tipo de gendarmes que, a la hora de la verdad, se les arruga toda su humanidad, cuando no son capaces de tomar el radio y avisar presurosamente a través de la frecuencia lo que está por suceder. En lo personal, no nos extraña absolutamente nada, debido a que no es algo nuevo, pero lo cuestionable es que asuman esa actitud ante los ojos de la propia ciudadanía que, con justa razón, les recrimina que con la población son unas “fieras” y con quienes deberían de actuar les tiembla todo y se quedan perplejos. Es una verdadera lástima que el alcalde Carlos Javier Lamarque Cano muestre esmero en conseguirles mejores percepciones salariales, patrullas, armamento y cursos de capacitación, cuando en realidad lo que les falta es valor suficiente para cumplir con el compromiso de velar y salvaguardar la seguridad de la comunidad. De ese mismo hecho, circulan imágenes en redes sociales, cuando uno de los sicarios tras realizar una maniobra de retroceso del vehículo que conducía se coloca con el frente hacia el sur, pero inesperadamente desciende y levanta algo del pavimento, lo que es aprovechado por un individuo joven para lanzarles quizás una pedrada al momento que emprenden la vertiginosa huida… HAY QUE INSISTIR qué es una lástima que todavía existan en la corporación ese tipo de gendarmes y lo que es peor; que se les favorezca con cargos y tareas que inmerecidamente les son otorgadas, porque para empezar no tienen el carácter y mucho menos el valor para el desempeño de sus funciones. Contrario a esto, me ha tocado conocer a guardianes del orden público que no solo no tienen temor, sino que se esfuerzan con denuedo para cumplir con su deber y lo hacen con arrojo, sin mostrar el menor asomo de temor porque saben que tienen que cumplir con su deber, pero también los hay como los ocupantes de la patrulla 007 que es la unidad en que viajaban los apocados policías que antes que nada deben reconocer que carecen del temple para esa misión. Uno de ellos, era chofer del tristemente célebre exinspector de Policía Municipal, Adán Valenzuela Cruz, el mismo que hizo “chuza” durante el “reinado” de otra calamidad llamada, Cándido Tarango Velázquez, que no vale la pena ni recordar… ES TIEMPO que el capitán de navío y comisario de Policía, Claudio Cruz Hernández, ponga más atención, pero no solo eso, sino que actúe contra ese tipo de elementos, así como esos que se suben a patrullar tranquilamente con los vidrios arriba y por ello no escuchan cuando alguna persona les pide ayuda, como le sucedió el pasado fin de semana a un hombre que fue privado ilegalmente de la libertad en una colonia del sur de la localidad y cuando era golpeado a bordo de un automóvil en marcha sus ojos se le llenaron de esperanza, al observar que por un lado pasarían tres patrullas por lo que sacó uno de sus brazos para pedirles ayuda, pero lo ignoraron soberanamente, ya que los patrulleros iban cómodamente con los vidrios de las patrullas arriba. Esto sucedió el pasado jueves a eso de las 5 de la tarde, en calles París y 200. En ese sentido, es tiempo que los altos mandos pongan más atención en la conducta de quienes tienen una delicada encomienda, pero que de plano no cumplen ni con las más mínimas expectativas de seguridad para la población. Señores, bajen los cristales de sus patrullas que no son vehículos particulares sino unidades de emergencias y en consecuencia deben poner más atención a su trabajo y no solo a quien pretenden “bajar” con diversas sumas de dinero bajo el argumento más simple. Esto lo sabe Cruz Hernández y es hora que vaya haciendo algo. Son muchas las quejas de la comunidad, en el sentido de qué empecinados policías se dedican a hacerla de “tránsitos”, mientras que los robos y despojos y una gama de delitos están a la orden del día, sencillamente porque los responsables de la vigilancia y prevención del delito traen bien “torcidos” sus objetivos por lo que se hace necesario que se actúe contra esos falsos guardianes del orden público. Hay que decir que no todo está perdido, porque son más los buenos que esos pillos con uniforme y charola. Recientemente, el mismo Cruz Hernández, pidió a mandos de Tránsito Municipal que eviten las molestias a los ciudadanos y como era de esperarse, se puso en claro que quienes incurren en ese hostigamiento son los policías preventivos… OTRO DE LOS TEMAS, que merece toda la atención de los altos mandos de la secretaria de Seguridad Pública, es la indiscriminada “ordeña” de gasolina a las patrullas que realizan elementos y uno que otro mando medio. Realizan esas desaseadas maniobras a plena luz del día, como presuntamente lo hacía el actualmente comandante de la Delegación Poniente, Juan de Dios Gastélum Acuña, cuando este se encontraba como responsable del operativo Proxpol y conste que policías del sector se encargaron de “balconearlo”, al descubrirlo en repetidas ocasiones por las calles Michoacán y 500. No son vaguedades y mucho menos trivialidades, así que no estaría demás que el inspector de policía, Viviano Murrieta González, se echara una vuelta por esos lares y también por la calle 2 porque no se descarta que el precitado personaje ahora lo haga por esos desolados sitios, aunque no se preocupen que no tardaremos en saber en dónde hacen ese tipo de trapacerías. Al protagónico de Jesús Navarro Velarde, no tiene ni caso mencionar porque lo suyo es el ser el centro de atención, pero no del trabajo sino del contexto sociable. Tiene su ego muy acendrado y esto en nada le ayuda y, menos en un cargo como el que detenta, donde se requiere de acciones y resultados, algo que no se le ha dado jamás, ni se le dará… SIN HACER mucho ruido, el Grupo de Investigaciones de la Policía Municipal, ha estado sacando de circulación a empedernidos ladrones y aunque aún es muy elevada la incidencia de robos, al menos están haciendo contrapeso para tratar de disminuir los atracos que en los últimos días han mantenido un elevado índice no solo contra tiendas de autoservicio sino otros giros comerciales. Inclusive han llegado al grado de prenderles fuego como lo hicieron en una farmacia que se localiza en Ejército Nacional y Topacio, en la Misión San Rafael, por lo que el encargado de esa unidad, comandante, Israel Martínez Domínguez, con el respaldo de su equipo, tendrá que afrontar estos hechos y dar con los presuntos responsables de estas pirómanas prácticas. Otro de los asuntos que merecen atención prioritaria es el despojo de motocicletas. Al inicio de la madrugada del sábado, personal policíaco de la Delegación Yucuhimari, atoraron a dos presuntos delincuentes tras tenaz persecución a bordo de una motocicleta robada. Seguramente que estos sujetos podrían estar implicados en violentos robos de este tipo de unidades, pero corresponderá al Ministerio Público del Fuero Común investigarlos. Por lo pronto, policías a cargo del comandante Roberto Carlos Catarino Hernández, ya los sacaron de circulación. Ahora falta que les den una buena investigada. Por cierto, que a ese mismo equipo de trabajo pertenecen dos avezados policías como lo son Paolo Corral Gutiérrez y Rafael Omar García López, por lo que habrá que esperar más logros contra el hampa y la delincuencia y sino al tiempo. Por lo pronto, tienen enorme reto; sacar de circulación a empedernidos robacarros que operan en los alrededores del IMSS y del Parque Infantil Ostimuri… Luego seguimos, Dios mediante.

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