EL ATAQUE cometido contra dos agentes de la Policía Municipal por fuera de una tienda de conveniencia del fraccionamiento Montecarlo, el atardecer del sábado, ha provocado diversas reacciones y expresiones en el seno de la corporación y la más insistente es que ya es tiempo que Jesús Alberto Navarro Velarde sea removido del cargo, ante sus escasos conocimientos y preparación en cuestiones operativas, al considerar que difícilmente así podrá cumplir con la encomienda que en mala hora le fue conferida. Insisten que con su impreparación no solo está en riesgo él sino toda la tropa, asegurando que siempre ha sido un elemento de oficina y capacitación teórica. Ahí sí que nadie le discute que sea un ilustrado en esa materia, pero de eso a que le entienda a la operatividad hay un abismal diferencia y esto viene a dar al traste con la cada vez más compleja situación de inseguridad que se cierne sobre el municipio y esto debe entenderlo el jefe de la comuna, Carlos Javier Lamarque Cano, a quien dice la raza que se lo recomendó un supuesto doctor para ese cargo y por esto erróneamente le asignaron una tarea que no ha logrado descifrar y tampoco lo hará, ya que no cuenta con el perfil necesario. Es importante recalcar que el manejo de las corporaciones en un tema tan delicado como es seguridad pública y por lo tanto debe ser completamente apolítico. No se pueden saldar favores con ese tipo de decisiones, esto, a decir de la misma tropa policíaca que ya trae encima el alcalde, al no mostrar ni siquiera la más mínima intención de reconsiderar su postura y buscar la manera de enmendar su error nombrando a un nuevo jefe operativo, pese a que es un factor que está fallando en la institución y por nada del mundo tampoco debe actuar caprichosamente. Ahora bien, para nadie es un secreto que Navarro Velarde es un individuo visceral. Muy vengativo, déspota y burlón y esto por supuesto que ha generado un ambiente de animadversión en las filas de la dependencia y se acentúa más como en situaciones vulnerables como la ocurrida el casi anochecer del sábado, cuando dos agentes de la Delegación Poniente de Policía y Tránsito Municipal, fueron víctimas de un ataque armado directo. Por fortuna, los emisarios de la muerte no resultaron muy diestros para disparar porque quizás otro hubiera sido el epilogo de este violento capitulo que generó honda preocupación entre la ciudadanía, debido a que un día antes, el viernes hubo tres agresiones armadas simultáneas dejando dos personas ejecutadas, entre estas un exagente de la misma institución y dos individuos más lesionados. Los episodios se vivieron en tres escenarios diferentes enviando una clara lectura a las autoridades de parte de entes criminales que no se doblegarán tan fácilmente, luego de que un día antes habían arribado a Cajeme otros cuatrocientos militares para reforzar la vigilancia, pero tal parece que hubo una reacción indómita y así ha continuó la tarde del sábado… JUSTAMENTE ayer al mediodía, el comisario de policía, capitán de navío de la Secretaría de la Marina (Semar), Claudio Cruz Hernández, se reunió con mandos medios para pedirle que hagan una suma de esfuerzos y reconoció que la falta de patrullas es uno de los factores que los mantiene en evidente desventaja por lo que se ha mantenido muy insistente en que se adquieran las unidades policíacas para poder hacerle frente a la delincuencia y el hampa que los traen por la calle de la amargura esquina con suplicio. Es necesario insistir que, a estas alturas del juego, el capitán Cruz Hernández, igualmente debe tener muy en claro que Navarro Velarde no es la persona idónea para hacer el trabajo operativo y tendrá que echar mano de las mejores cartas. Una de estas, sin duda sería el excomandante Eliud Vargas Flores, quien tal parece que ya se reincorporó a las filas policiales. Es un hombre honesto a carta cabal que conoce ampliamente el quehacer policíaco y además que es un amplio conocedor del tema de la investigación, aunado a que es un mando que sabe tratar al personal y con él se logra una suma de esfuerzos que es lo que se necesita en los tiempos actuales, porque sabe apoyar a sus compañeros y ya dio amplia muestra de ello. Aquí también habría que tomar en cuenta la opinión de policías con más de 25 de años de servicio que refieren que incluso Armando Méndez Cruz y Eleazar Armenta Tabardillo, podrían realizar un mejor papel y con decoro que al que realiza Navarro Velarde que ha resultado una verdadera infamia. Ahora bien, no es tiempo de ponerle atención a esos regidores que no cumplen con su tarea como representantes populares, pero son muy proclives de andar de metiches recomendando a infames personajes en el tema policíaco por supuesto que para sacar raja, porque en realidad eso es lo que les interesa… LA SITUACIÓN es crítica y podría complicarse más si no se toman sanas e inmediatas determinaciones, ya que se requiere de buscar otras alternativas de solución inmediata y una de estas podría consistir en traer con apoyo del Gobierno del Estado a un jefe de grupo de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP) que tenga una radiografía del fenómeno de la inseguridad que prevalece en Cajeme, sobre todo porque son elementos jóvenes con elevada preparación operativa y táctica y han dado la prueba de que no la van a pensar dos veces para reaccionar contra el enemigo. Resultaría muy prolífico que se le diera la oportunidad al comandante Jesús Antonio Cruz Facio, quien ya ocupó un cargo notable en la Policía Municipal de Hermosillo y actualmente está al frente de la base operativa de la PESP en la ciudad capital con índices delictivos muy bajos, en comparación con los de otros meses. Es apremiante que se haga algo para rescatar a la Policía Municipal y no esperar a que sea blanco de otro atentado directo porque no sería la primera ocasión que sucediera. Solo habría que recordar aquel infausto mes de octubre del 2020 cuando fueron asesinados, Carlos Omar Aguilar Alarid, Ricardo Lozano Alvidrez, “El Cadete” y Andrés Alonso Moroyoqui Estrella, en un lapso de diez días, así que algo se tiene que hacer sin mucho preámbulo ante la imperiosa necesidad de restablecer el orden y la paz en esta localidad donde cada vez está más lejos de que se concretice… EN TANTO que en el sur de Ciudad Obregón, propiamente en el cuadrante cuatro, de plano siguen a la orden del día los atracos a diversos establecimientos comerciales y de pilón ayer los infumables ladrones hicieron de las suyas en una escuela primaria de la colonia Los Presidentes, donde ocasionaron daños y desmantelaron un aparato de refrigeración. Lo malo es que a los émulos de cacos se les va haciendo costumbre y lo mismo roban de día que de noche… POR ÚLTIMO, se espera que este día se tomen apremiantes medidas entre mandos militares y policíacos, pero desde la ciudad de Hermosillo, a fin de que se implementen acciones encaminadas a restaurar la serenidad. Es importante que el comandante de la 4ta zona militar, general, Héctor Francisco Morán González y los altos mandos de la PESP y AMIC, Roberto Leyva Lerma y Carlos Alberto Flores, respectivamente, acuerden sólida y contundente estrategia que permita endurecer las labores de vigilancia y prevención del delito y no estar esperando a que evolucione aún más la violencia en un ambiente crispante que podría cobrar más vidas humanas…Luego seguimos, Dios mediante.

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