Honduras le devolvió a las mujeres el derecho a decidir sobre sus cuerpos, al menos parcialmente, con el acceso a la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE). Este miércoles, el Día Internacional de la Mujer, la presidenta del país centroamericano, Xiomara Castro, anunció el acuerdo ejecutivo “para su libre uso y comercialización”. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que es parte de los derechos reproductivos de la mujer y no es abortiva”, dijo en sus redes.

Las últimas tres palabras van dirigidas al sector ultraconservador y religioso que lleva años dinamitando la lucha feminista por avanzar en los derechos sexuales de la mitad de la población. Honduras es uno de los cinco países de la región donde la interrupción voluntaria del embarazo está totalmente prohibida. Este miércoles también se ha convertido en el último país de América Latina en permitir la pastilla del día después. Esta será gratuita en los centros de salud y también se conseguirá sin receta en las farmacias, como cualquier otro anticonceptivo.

“Es una victoria enorme del movimiento feminista”, explica Jinna Rosales, coordinadora del Ge PAE, el grupo estratégico que lleva 13 años luchando por la legalización de la píldora. “Lamentablemente hay una campaña de desinformación enorme de los grupos anti derechos y religiosos que llega también a quienes toman las decisiones”.

La PAE se prohibió en Honduras en 2009 bajo el falso pretexto de que era “abortiva”. Este fue uno de los primeros derechos arrebatados tras el golpe de Estado de Honduras, ya que su uso era libre y gratuito en el país desde 1999.

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