Dayan Lagarda / El Tiempo

Uno de los cultivos más nobles de verano ha empezado a emerger, se trata del ajonjolí, el cual pretende ser de gran apoyo de rentabilidad por los problemas climatológicos que se aproximan a los valles de Sonora, los cuales han sido severamente golpeados en los últimos años. 

De acuerdo con investigadores del El Campo Experimental Norman E. Borlaug (CENEB), como lo es Lope Montoya Coronado, señaló que, la siembra de esta oleaginosa se ha triplicado con el pasar del tiempo, también como consecuencia del cambio climático, adaptándose muy bien a los tiempos difíciles.

El investigador detalló que, a diferencia de los cultivos de invierno, las características y requerimientos de esta siembra son diferentes, no empobrece los suelos, requiere de poca agua y tiene una gran demanda en el mercado.

Por su parte, productores que impulsan este cultivo, esperan tener un área importante sembrada en el Valle del Yaqui, apoyando a productores que quieran sumarse, dándoles asesorías sobre cómo sembrar y comercializar el ajonjolí.

El rendimiento en trilla directa, es de alrededor de 2 toneladas por hectárea, pero todo depende del trabajo que tengan los productores en su terreno, el manejo, cuidados que tengan con la oleaginosa y sobre todo el clima.

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