Becker García

El tren AMLO, el tren Larrea

German Larrea es el segundo hombre más rico de México, solamente justo detrás de Carlos Slim. El dueño de Grupo México, tiene una fortuna estimada en unos 28.000 millones de dólares, y, se entrevera con la vida política de varios presidentes mexicanos y algunas tragedias en la industria de la minería.

Cuando Ernesto Zedillo privatizó las vías férreas, en1994, dejó al país desprovisto de trenes de pasajeros (muy utilizado por el pueblo para viajar), pero no de carga, pues el concesionario, Larrea, los utilizó para mover sus productos mineros y cobrarle a su competencia por el acarreo.

Larrea es un empresario que ha tratado de permanecer con un bajo perfil, sobre todo, porque su historial no ha sido todo lo bueno y recto que se esperaría, hay que recordar el año 2006 con la explosión de Pasta de Conchos, en Nueva Rosita, que sepultó para siempre a 63 mineros y dejó numerosas víctimas, le fue perdonada, aún por este gobierno.

Además y eso atañe a Sonora, donde ocurrió el mayor desastre medioambiental en México durante el Gobierno de Peña Nieto, cuando la actividad minera de Larrea en Cananea, “envenenó 40 mil metros cúbicos de agua  en los ríos Bacanuchi y Sonora, en el Estado del mismo nombre. 254 kilómetros líquidos infectados de ácido sulfúrico que afectaron el suministro, las cosechas y el ganado de 22.000 personas. Más del 95% de la población testada tiene plomo en la sangre; un 50%, arsénico y el 79% cadmio, según los informes médicos, y, nunca terminó de pagar las indemnizaciones prometidas.

German Larrea también tuvo el control de los sindicatos de sus minas, mediante la entonces amistad con el inefable Napito Gómez, con quien ahora tiene serias diferencias desde que lo hicieron senador plurinominal por Morena.

Larrea también tuvo desavenencias con AMLO y Morena, pues, el 25 de mayo del 2018, a pocos días de la elección donde arrasó el partido guinda, envió a sus 50.000 empleados, una carta en la que mostraba preocupación por las propuestas de “estatización de empresas” y por la derogación de las reformas energéticas y educativas del peñismo. “Ideas que significarían un retroceso de décadas y el regreso a un modelo que no ha funcionado en países como Venezuela, Cuba o la Unión Soviética”, un “modelo populista”, decía, que traería desinversión y afectaría a los empleos y la economía. Amedrentaba a los empleados con el futuro de sus familias, así como a los miles de proveedores y accionistas, y les pedía que salieran a votar “con inteligencia y a conciencia”.

Desde el inicio del sexenio, Larrea prefirió trabajar las diferencias con López Obrador en lo oscurito y, varias veces lo visitó en Palacio Nacional, aún cuando no se sabe los temas tratados.

Quizá el punto más álgido haya sido la semana anterior, pues, el viernes, luego de que el miércoles había estado en Palacio Nacional, la Marina tomó por la fuerza, el control de 150 kilómetros de vías del tren transístmico, necesario para que AMLO vea terminada antes de su mandato, ese que es uno de sus obras emblemas.

Chocar de trenes entre AMLO y Larrea, puede provocar descarrilamiento, donde y al parecer, el primero fue el retiro del empresario de la puja por Banamex, por 7 mil millones de dólares y donde, el de Macuspana, saboreaba el supuesto pago de 2 mil de ellos en impuestos, y hasta llegó a decir que el Estado Mexicano lo podría comprar.

AMLO, como lo ha probado durante sus casi 5 años de gobierno, es un hombre de rencores y de seguro, buscará revancha.

Larrea, con todo el poder que da el dinero, con todos los prestigiosos abogados con los que cuenta Grupo México, habrá de defenderse pues, la recuperación de la concesión (por cierto, sin indemnización aparente), puede ser apenas la primera acción para que, de los mil 500 kilómetros de vías concesionadas que tiene, pues de un plumazo y con la fuera pública, puede quedarse sin nada.

En fin, Andrés Manuel cerrará su último año como una tromba, ignorará todo lo que así quiera de los problemas del país; intensificará sus pleitos contra quienes no están de acuerdo con él, personas, medios, instituciones incluidas, todo con el poder que le da la alta aprobación de que goza entre los mexicanos.

Lo malo de todo esto, es que, mientras los muy ricos pactan con López Obrador, la clase media cada día se desdibuja más y eso, en un país como el nuestro, es grave por donde se mire.

Gracias

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