Este 5 de junio se celebró el Día Internacional de la lucha contra la pesca ilegal, motivo por el cual, organismos y el Gobierno Federal realizaron un llamado para terminar con esta práctica que ponen en peligro los recursos pesqueros del planeta.
Y es que la pesca ilegal afecta considerablemente a los pescadores y sus familias que viven de esta actividad, por lo que la Conapesca en coordinación con la Semar y Guardia Nacional, realizan operativos para frenarla.
De acuerdo a los datos obtenidos por la FAO, se estima que 1 de cada 5 peces capturados proviene de la pesca ilegal o irregular. Si bien es cierto que la pesca en particular, y los productos de mar, en general, proporcionan una fuente vital de alimentos, trabajo, comercio y bienestar económico, también es cierto que la pesca ilegal, no declarada o no reglamentada pone en riesgo todas las bondades antes señaladas.
Entre las medidas que han entrado en vigor se encuentra el que los buques de pesca ilegal no utilicen los puertos para desembarcar su captura, frenando el flujo hacia mercados nacionales o internacionales. También se regularizó la autorización o denegación de la entrada a los puertos a los buques de pesca de otros países.
En la medida en que se regule la actividad pesquera, se reducirá su impacto en el medio ambiente, propiciando una mejor calidad de vida.
Así mismo, la Autoridad Marítima Nacional reitera su compromiso de contribuir en la senda de la sostenibilidad de las poblaciones de peces, así como la conservación de los ecosistemas marinos, guiados por enfoques precautorios, ecosistémicos y basados en mejor información científica disponible.