Dayan Lagarda / MO

Productores del Valle del Yaqui ya han empezado con la aplicación de fertilizantes en los diversos cultivos establecidos, una etapa esencial para el desarrollo de granos y hortalizas que se encuentran el pleno desarrollo.

De acuerdo con el doctor Iván Ortiz Monasterio, científico principal del Campo Experimental Norman E. Borlaug (Ceneb), esta técnica tiene como finalidad principal, aportar rendimientos satisfactorios de frutos de alta calidad con el mínimo impacto ambiental.

Señaló que, en el caso del trigo, el lugar correcto para poner el fertilizante, en el caso del nitrógeno generalmente hay que ponerlo 5 centímetros a un lado y 5 centímetros debajo de la semilla, pues todo tiene un orden y la aplicación de este insumo no es la excepción.

El científico explicó que dependiendo del índice de salinidad es la aplicación, pues entre mayor sea este, menor será su aplicación, siendo la urea con el mayor rango, seguidos de fosfato di amónico, superfosfato triple, nitrato de amonio calcáreo y fosfato mono amónico.

Estas aplicaciones se dan muchas veces a la par de los riegos de auxilio y son vitales para evitar enfermedades como ‘Panza Blanca’, la cual ha ocasionado en años anteriores, merma en la calidad y por ende no se puede comercializar fácilmente.

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