Lorenza Sigala / MO
Hermosillo. A lo largo de Hermosillo paredes y muros lucen el color a través de dibujos y diseños únicos creados por Eduardo Rodríguez Domínguez, de 27 años, un arquitecto que por medio del arte crea entornos amigables y vibrantes que contrastan con el gris de la ciudad del sol.
Fue a los 24 años que Eduardo conoció la pasión por la pintura en formato grande como él llama al comenzar a ayudarle a otro pintor y otros amigos moralistas.
A lo largo de la ciudad Eduardo ha colaborado o ha pintado al menos 50 murales en los que plasma la música, la naturaleza, la belleza humana y la cotidianidad utilizando diversas técnicas, pero siempre una paleta de colores llenas de vida.
“Va variando mucho. Depende de la temática de los lugares, pero en sí, mi inspiración principal es expresar la vida más que nada. No solo decir; “Ah mira aquí está eso”, sino expresar emoción o qué sensación te despierta la parte musical la parte de la naturaleza la parte de las interacciones como la misma obra te va a despertar algo a distintas distancias”, comentó mientras platicábamos frente a un grupo de músicos inmóviles que nos observaban desde una pared.
Desde otro punto, colibríes, obeliscos y mujeres afrodescendientes observaban la plática entre Eduardo y Medios Obson, felices de que Próximamente más creaciones de la imaginación de Eduardo y otros artistas verán la luz en la “ciudad del Sol” en las paredes del puente del bulevar Morelos y periférico oriente.
Ahí las nuevas creaciones tendrán como vecino otro colorido mural que como inspiración tiene la alegoría y el misticismo de la flora, fauna, folclor e historia sonorense.