Guillermo Ochoa

EL TIEMPO

Gracias a sus esteros y bahías de aguas limpias y templadas, en Sonora se cultivan moluscos bivalvos como el ostión y la almeja de forma sustentable, lo que deja un gran beneficio para las comunidades pesqueras y las personas que se dedican a la actividad.

Estos ecosistemas costeros ofrecen condiciones ideales que favorecen la economía local y el cuidado del medio ambiente.

Estos moluscos se cultivan en ambientes marinos que no requieren alimentación artificial ni generan residuos contaminantes, lo que convierte a esta actividad en una de las más sostenibles dentro del sector acuícola.

Actualmente, el estado de Sonora cuenta con 13 zonas activas dedicadas al cultivo de ostión y almejas. Estas son: La Morúa, la Cinita, Los Tanques, Santa Cruz, Catalina, Las Batuecas, Bachoco, San José, El Júpare, El Riíto, El Elote Santa Bábara y Bachoco, destacándose por sus condiciones naturales y el compromiso de sus productores con las prácticas sustentables.

Este modelo de producción no solo garantiza productos de alta calidad para el consumo nacional e internacional, sino que también representa un ejemplo exitoso de armonía entre desarrollo económico y conservación ambiental.

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