Óscar Félix / MO

La antigua plaza ubicada en la intersección de la calle 300 y 5 de Febrero ha tomado un giro sombrío, transformándose en un refugio para personas que consumen sustancias ilegales.

Este espacio, que alguna vez fue un bullicioso punto de encuentro para familias y amigos, ahora se encuentra en un estado de deterioro, con áreas descuidadas que parecen gritar por ayuda.

Las escenas que se viven en torno a la plaza son preocupantes.

Grupos de personas se congregan en sus alrededores, dejando a su paso desechos y un ambiente de desolación.

La presencia de sustancias ilegales no solo representa un riesgo para quienes las consumen, sino que también genera un clima de inseguridad para los vecinos que temen por su bienestar.

A pesar de las múltiples quejas presentadas ante las autoridades locales, la situación persiste

Los vecinos que transitan piden a gritos una intervención inmediata, que incluya desde la rehabilitación de la plaza hasta el fortalecimiento de la vigilancia en la zona.

Es urgente recuperar este espacio y devolverle la vida que una vez tuvo. La transformación de esta antigua plaza en un refugio de consumo de sustancias ilegales es un claro llamado a la acción para las autoridades, quienes deben priorizar la seguridad y la salud pública en la zona. Sin una respuesta efectiva, el riesgo y la desesperanza continuarán permeando en este rincón de la ciudad.

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