Entre enero y abril de 2024, México compró al extranjero 16 millones 500 mil toneladas de granos y oleaginosas, una cifra sin precedente para un periodo similar desde que existen registros, y 20 por ciento mayor respecto a las 13 millones 700 mil toneladas reportadas en el mismo lapso del año pasado, revelan datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México, recopiladas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

La mayor adquisición del país para cubrir la demanda de la población se da en un momento de baja producción nacional, sobre todo en granos indispensables para las familias mexicanas como el maíz y el frijol, cuyas cosechas se han visto mermadas como consecuencia de afectaciones climáticas, específicamente sequías extremas.

De acuerdo con la información oficial, durante el primer tercio del año México compró al extranjero, principalmente a Estados Unidos, 8 millones 300 mil toneladas de maíz, en su mayoría amarillo y transgénico, lo que implicó un aumento de 22 por ciento frente a las 6 millones 800 mil toneladas adquiridas en igual lapso de 2023.

Empresarios de Sinaloa, el principal estado productor de maíz, han reportado que el bajo nivel de agua en las presas de la región ha puesto en jaque el grano blanco (utilizado para la masa y las tortillas), al grado que estiman que existe una caída de aproximadamente 40 por ciento en la producción del ciclo otoño-invierno.

Según la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa, de las 540 mil hectáreas destinadas a la siembra del grano sólo se plantaron 300 mil por las fuertes sequías.

En el caso del frijol, otro alimento clave en la dieta de los mexicanos, los números son más alarmantes, pues entre enero y abril el país ha importado 163 mil toneladas, lo que implica un récord histórico y un incremento de 169 por ciento en comparación con las 60 mil toneladas que se compraron en igual periodo de 2023.

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